Tuesday, April 19, 2011

Un día

Y un día te encuentras paseando con una gorra cuando el sol prácticamente ya se ha puesto. Y la gente dice que la gorra es muy "cheguevarish", pero...
Y un día te encuentras escuchando música en tu I-Pod durante un paseo ante una puesta de sol. Y el I-pod te lo dieron porque ya no lo querían y en él resuenan los Tiersen, los Manel o los Silver Mount Zion de toda la vida, pero...
Y un día te encuentras en la puerta de tu nevera comiendo mantequilla de cacahuete a cucharadas tras un paseo ante una puesta de sol. Y la mantequilla es de cultivo biológico y mantiene una magnífica separación natural de los aceites, pero...
Un día te das cuenta de que, al final, todo suma para reinventarnos porque así debe ser. Aunque en última instancia Alvagó siempre seguirá bebiendo horchata, claro.

Canción del día / Chanson du jour

6 comments:

Lucía said...

Replantearnos las cosas, por qué estamos donde estamos y por qué nos sorprendemos a nosotros mismos haciendo lo que hacemos: esa capacidad no es más que un síntoma de que estamos vivos (algo tan obvio aparentemente, pero que se nos escapa en cuanto cargamos con demasiado trabajo, demasiadas obligaciones o ambas cosas).

Esta entrada me ha resultado muy graciosa, porque en las pocas líneas que tiene se pueden vislumbrar múltiples alusiones a esa contradicción entre localidad y globalidad que irremediablemente nos sucumbe a todos, y mucho más a los del mundo “desarrollado” (¿?).

Sí, sí: mucho i-pod y mantequilla de cacahuete, pero la sustancia de la horchata ahí se queda… ¡Me gusta!

Mia Wallace said...

Alvagó,
es inevitable cambiar, adaptarse a los nuevos ambientes, adquirir nuevos hábitos, rutinas y/o costumbres. Señal de que vivimos. Lo importante es la sustancia (como han dicho) y esa... la mantienes.

Besillos.

Anonymous said...

Puestas de sol y crema de cacahuete, más puestas de sol y música, una gorra que protege los ojos del sol que la vista no alcanza... Aún recuerdo las semanas de verano en las que bebías horchata y más horchata (y la puesta del sol se veía desde el Churreret). Será que aquí somos más de kalimotxo, pero no me gusta la horchata, ni un poco.

Muxuak!

Alvagó said...

Veo que hay un acuerdo general con la idea de la entrada. Bien.
Debo confesar, sin embargo, que me cuesta compatibilizar mi pretendida actitud liberal y respetuosa con otros gustos con el hecho de que haya gente a la que no le gusta la horchata. Incomprensible.

Mia Wallace said...

Nada de incomprensible. Es bien sencillo..... hay a quien no le gusta la horchata..... Y digo más.... El azúcar..... ;p

Adrian Lawson said...

Hi nice readiing your post