Wednesday, September 24, 2008

¿Qué tal los estadounidenses?

















Dibujo: Pablo La Parra Pérez

Cuando uno vive en el extranjero debe asumir que una de las preguntas que más se le formulará será aquella que se interesa por sus impresiones sobre la gente y el país donde se está. Mi caso no es una excepción. La opción de pontificar alegremente sobre los americanos, su estilo de vida y demás es ciertamente tentadora pero no creo que sea recomendable. En los apenas dos meses que llevo en los Estados Unidos no creo que me haya sumergido lo suficiente en la cultura estadounidense y tampoco creo que haya interaccionado demasiado con los autóctonos. Además existe el inevitable sesgo sociológico que me lleva a conocer a una muestra tan poco representativa como la universitaria. Así pues, aunque me disponga a contestar a la pregunta de marras ("¿Qué tal los estadounidenses?") creo que está claro que soy algo más que prudente en lo que respecta al alcance de mis impresiones.
Mis primeras semanas me sugieren que el profesor estadounidense es amigo de las zapatillas de deporte y está menos sometido a la formalidad en el vestir que su colega europeo. No sé hasta qué punto esto puede interpretarse como una señal de un carácter más campechano o, simplemente, pragmático. El estudiante, por su parte, muestra una apatía sorprendente -y a mi modo de ver, lamentable- por la política: apenas he oido hablar de las elecciones que se celebrarán en menos de dos meses. Digamos en su favor que se muestran tremendamente diligentes, amables y meticulosos en el estudio (este punto, sin duda, está viciado por el hecho de conocer sólo a estudiantes de doctorado... parece que en las fraternities y sororities se hace de todo menos estudiar). Hablando del trabajo, los secretarios y trabajadores de cara al público me parecen tremendamente más eficientes y profesionales que en España (puede que esto no tenga nada de meritorio). Además, la universidad demuestra una organización perfecta: existe un organismo o departamento para todos y cada uno de los problemas que se puedan tener. Todo está pensado y perfectamente estructurado.
En el día a día me encuentro con una barbarie ecológica absolutamente desesperanzadora (esto dará para un post aparte) aunque tampoco creo que los europeos seamos los más indicados para lanzar la primera piedra. Tambien sufro ciertas incomodidades por no disponer de un coche. Este país esta pensado para vivir motorizado.
Ahí lo tenéis: un conjunto de impresiones anárquicas, imprecisas y poco sistemáticas. Poco más que intuiciones y esbozos de pensamientos que beben más de mis experiencias personales y anecdóticas que de un conocimiento verdadero de la sociedad en la que, si todo va bien, viviré durante los próximos cinco años. De momento, si me preguntáis "¿Qué tal los americanos?" no seré capaz -ni me atreveré- a decir mucho más.

Canción del día/Chanson du jour: Pour un oui pour un non

1 comment:

gonamar said...

Topete, me alegro de ver tu primer parrafo... estoy cansado de ver gente q se pasa 1 mes en un sitio y te hace analisis socio-politico-economico-cultural del pais en cuestion...

PS: Sorry por la falta de tildes... no toy por Spain...