Saturday, March 12, 2011

Elogio del invento

"En ese horror no hay neurosis ni complejos"
J. Cortázar

Suele ocurrir en territorio enemigo, cuando uno está lejos de la comodidad y de la familiaridad hogareña. Todo empieza con el bloqueo provocado por lo más hondo de nuestro ser. De inmediato, un escalofrío de terror nos recorre la espalda mientras nuestro cerebro lucha por encontrar una solución a tan desesperada situación. No es que el bloqueo elimine todo atisbo de fluidez. En absoluto. De hecho, en una de esas deliciosas paradojas que la vida nos brinda de vez en cuando, el bloqueo suele ser fruto de la fluidez y de la abundancia. No podemos menos que sentirnos estúpidos y perdidos mientras la situación se torna cada vez más complicada y adversa. Cada segundo de bloqueo agrava más nuestro estado de shock, vergüenza y desconcierto. El desborde, inevitable y previsible consecuencia de la situación, añade un punto trágico que, no por esperado, acrecenta acrecienta nuestro estado catatónico. De nuevo fluidez y bloqueo combinados en diabólica armonía. Pero en esos momentos huelga decir que uno no está para disfrutar de las malditas paradojas de nuestro mundo. Parece mentira que la felicidad y el desenlace de tamaña encrucijada dependan de algo tan simple. Quizá precisamente esa es la grandeza del mejor invento de la humanidad, ese invento que de inmediato nos permite solventar la situación y salir del paso como si nada hubiese sucedido. Larga vida al desatascador.



Canción del día / Chanson du jour:

4 comments:

José-Vicente Puig Raga said...

Álvaro, ¿otra vez? Me imagino la escena. ¿Tenías suficientes periódicos? ¿Hasta dónde han llegado las aguas torrenciales? ¿Hasta tu habitación? ¿Era sólo agua lo que fluía? Bueno dejémonos de cuestiones "escatológicas". ¡Qué hermoso ver desbordarse como una fuente la taza a lo largo de todo su perímetro! Bendito desatascador. Bueno, que tu descripción es genial, a lo Cortázar, que por cierto, cada día disfruto más con él. ¡Ánimo! Experiencias así rompen un poco el aburrido paso de los días, siempre iguales... aunque pongan de una mala leche...

Hank Quinlan said...

Muy bueno.

Lástima que no haya un invento así para limpiar toda la mierda que está saliendo de Fukushima.

En Roazhon y Naoned se echa de menos una entrada sobre instituciones, lobbies, efectos externos y energía nuclear.

Mia Wallace said...

Veo que el desatascador, y otro humilde invento como la fregona, se han convertido en imprescindibles.

Estás gafao (que no gafado) entre la nieve, los incendios, los cortes de luz y las inundaciones, te van a tener que declarar zona catastrófica.

Tanta tecnología y tanto gadget para que al final nos saque del apuro un simple trozo de madera (véase también palo) unido a un trozo de goma (caucho o lo que sea).... vamos a ver si aprende Steve Jobs... por muchos app que le añada a su maravilloso iPad2 no puede hacerle sombra a tu querido (o no) desatascador.

Me uno a lo de experiencia (más bien anécdota) que contar a los nietos ("niños, en un tiempo muy muy lejano... allá cuando estudiaba el doctorado.....")

En fin, esperemos que le deje descansar un poquito y que se mantengan a flote.

Besos.

Mia Wallace said...

PS: (algo escatológico)

Este maravilloso invento se lo debes a un granjero americano llamado Jeffrey Gunderson el cual concibió ese aparatejo, originariamente, para combatir el estreñimiento de una de sus vacas.... pá que luego digan....

PS2: nada que envidiar al ingeniero aeronáutico español (Manuel Jalón Corominas) que en 1956 inventó eso tan nuestro (y también útil en caso de atasco) como es la señora fregona.

PS3: lo que hace la falta de sueño y el aburrimiento.... ;p