Saturday, December 5, 2009

Towards a new man?

Nuevo post en Publicly Economic. El artículo que comento no tiene desperdicio.

Nouveau billet dans Publicly Economic. L'article commenté vaut vraiment le coup.

5 comments:

Mariaeles said...

No consigo leer el artículo sin tener que registrarme, ¿es imprescindible? Gracias por descubrirme a Yann Tiersen más allá de la banda sonora de Amelie, que es también mi película favorita.
Adelante con tu blog, y con todo.

Alvagó said...

Gracias a ti por seguir el blog y por tus comentarios, Mariaeles.
Si te interesa leer el artículo (es cortísimo, nada técnico y realmente vale la pena), puedes mandarme tu dirección de e-mail (la mía es alvarolaparra@gmail.com) y te envío el artículo ;)

Julio said...

Buen artículo el de Roemer.

Lo entiendo como eminentemente fruto de su contexto, muy focalizado. Es cierto que no nos enfrentamos simplemente a una crisis del sistema financiero, sino más bien a una crisis algo más extensa que hace tambalearse el sistema de incentivos. No creo que la "maximización de beneficios" sea ahora mismo el único factor que mueve al ciudadano-productor/consumidor. Que la racionalidad del homo económicus empieza a caer en la obsolescencia es algo que se oye con bastante frecuencia en estos tiempos: la blogosfera es un buen ejemplo, aunque no el único.

Sin embargo, creo que Roemer se queda corto en su radical apertura mental (muy rara en un economista, todo sea dicho). Creo que queda muy atado al definir a los actores principales, limitandose a señalar al estado (como agente colectivo) y al mercado (como agente privado) como proveedores económicos. Desde este punto de vista, se entiende que la reforma sanitaria y otras extensiones del estado del bienestar se vean como un "cambio de racionalidad", ya que son capaces de superar los dilemas del prisionero y otras tragedias que surgen cuando nos limitamos al egoismo individualista.
Pero no olvidemos que, como agente colectivo, el estado se presenta como una institución rígida de adscripción forzosa, cuya "identidad" se basa en los mitos nacionales (yo no elijo ser español o francés, no puedo definir la identidad nacional española). Esto presenta algunos problemas de funcionamiento a la hora de interactuar en un contexto de redes globales y transnacinales, principalmente porque, dado el abrumador estatocentrismo de los estados, sólo se conciben relaciones legítimas entre los mismos.

¿Pueden aparecer en los próximos años instituciones colectivas más flexibles, que permitan superar la racionalidad individualista pero sin la necesidad de la coerción estatal-nacional?
Muchas empresas transnacionales intentan ahora cargar de valor emotivo-identitario su institución, intentando captar la adhesión de sus miembros (en el artículo se menciona a Nokia, Microsoft o Google también son muy conocidas en este aspecto, con diferentes grados de control). Sin embargo, las empresas jerarquizadas y no-democráticas siguen funcionando siguiendo la lógica del homo económicus, con los problemas que acarrea. Tal vez un factor de cambio sea la tendencia democratizante de las empresas, que pasarían a ser algo así como "estados transnacionales de facto", acercandose a formas cooperativas...

O tal vez se invente algo totalmente nuevo que pueda cumplir todas las exigencias contextuales. Una vez introducido en el sistema un mutante más eficiente, ya sabemos lo que pasa.

Alvagó said...

Muy buen comentario, Julio (como de costumbre).
Espero que la pesadilla de trabajo en la que estoy pase pronto para comentar como es debido tu aportación. Creo que la cosa no se merece una respuesta apresurada ;)

Un abrazo.

Mia Wallace said...

Me gusta ver que se pueden hacer amigos más allá de Facebook.... interesante este mundo de internete: presentación: Álvaro, te presento a mi queridísima Mariángeles (desde mi añorada Granada). Mariángeles, te presento a Álvaro (desde la lejana Maryland). Curioso, lo que hace este mundillo. Espero veros a los dos estas vacaciones.... ya queda menos.