Thursday, June 3, 2010

How Institutions Matter? The Interplay of Economics and Politics as the Drivers of Development Outcome: Evidence from Nine Countries

La conferencia inaugural de este ciclo con título kilométrico ha corrido a cargo de John Wallis (mi guía académico-espiritual en el rumbo que ha tomado mi aventura en Maryland), Barry Weingast y Steven Webb. A falta de leer con calma Violence and Social Orders. A Conceptual Framework for Interpreting Recorded Human History -el libro que los dos primeros han escrito junto con Douglass North y cuyo marco teórico ha sido presentado hoy y será desarrollado mañana con estudios aplicados a nueve países- he salido de la conferencia con una intuición y una ilusión.
La intuición está relacionada con el rol y la utilidad de la historia en tanto que científico social. Frente a los que esbozan una media sonrisa o directamente desdeñan el papel del historiador o de la historia en la comprensión de los fenómenos sociales, Wallis ha aportado algunos comentarios muy valiosos al explicar su visión sobre la utilidad del libro y de su teoría principal en el proceso de desarrollo. Para John Wallis, muchos de los problemas actuales en los programas de desarrollo provienen de una comprensión errónea de la propia historia (americana, en este caso) que se ve extrapolada a los países en vías de desarrollo. De manera complementaria a esta idea, leo a Charles Tilly en su Coercion, Capital and European States que un conocimiento riguroso del proceso de formación de los estados europeos puede ser de gran ayuda a la hora de evitar la aplicación de ideas absurdas y erróneas sobre la formación de los estados en el Tercer Mundo y para mostrar las similitudes y diferencias que contribuyan a una mejor comprensión del proceso de formación, transformación y deformación que tiene lugar en las zonas más pobres de nuestro planeta. Los comentarios de Wallis y de Tilly inciden en una idea que me ronda la cabeza desde hace algún tiempo: sólo a través de un sólido conocimiento y entendimiento del pasado podemos intentar comprender el presente y sólo a través de la comprensión del presente podemos aspirar a movernos con un mínimo de sentido en las profundas tinieblas que inevitablemente envuelven toda prospección de nuestras sociedades.
La reflexión anterior me lleva directamente a una ilusión que se ha visto alimentada con la conferencia: tengo la sensación de que la Historia Económica puede revelarse como una elección muy acertada como principal campo de estudio para el doctorado. Tengo muchísimo que aprender de gente tan increíblemente erudita (y humilde) como John Wallis y las preguntas y la complejidad de los temas que se tratan plantean un reto tan abrumador como motivador e interesante. Acumulemos esperanza e ilusión para cuando lleguen los momentos de zozobra (que llegarán).

Epílogo (26 de agosto): Leyendo la introducción del manual de la asignatura en la que seré asistente este semestre (American Economic History, de Jonathan Hughes y Louis P. Cain) me encuentro con una cita que refleja perfectamente una de las ideas principales expresadas en la entrada: "If we want to preserve our present, or even to change the course of our future economic affairs, it is best that we understand why the present relationships came into existence" (p. xx). Reconfortante.

Canción del día/Chanson du jour

9 comments:

amado said...

Me quedo con la buena noticia de que vas perfilando tus preferencias. Pero ojo, a mi modo de ver uno está obligado a 'cartonner' en aquello que le gusta. No más infiernos, sólo disfrute y talento debes avistar ahora.

Joé, parezco Yoda.

Mia Wallace said...

Me alegro mucho de verte tan ilusionado con lo que se irá perfilando como tu futuro cercano. Disfruta!! Y sigue dejando señales de esa pasión con la que hablas (que a algunos nos viene bien).

Te vemos dentro de poquito!!!

Un beso,

Georges Didi-Huberman said...

Pas de futur sans reconfiguration du passé. Politiquement parlant, cela signifie qu'il n'y a pas de force révolutionnaire sans remontages dels lieux généalogiques.

Hank Quinlan said...

Bueno, bueno, sacas uno de mis temas favoritos. No quiero soltarte el rollo académico que me pide el cuerpo, pero ten cuidado: leo entre líneas en esta entrada (llámame loco) que acabarás haciendo experimentos sobre esto, para comprender y aislar los microfundamentos que permiten explicar ese 'how' del título.

Mia Wallace said...

Jajaja. Coincido con Quinlan. No veo descabellado que acabes haciendo experimentos.

Besillos, señor historiador.

PS: no sé tú, pero yo, de la persona que más aprendí durante la licenciatura, fue mi profesor de Historia del Pensamiento Económico.

Alvagó said...

Los locos suelen ser más cuerdos de lo que parece. Por otra parte, lo que quiero ante todo es aprender y comprender y los experimentos pueden ayudar mucho a las dos cosas. La posibilidad de poder hacer experimentos algún día es algo que siempre me ha hecho ilusión (aunque aún me sienta a años luz de poder aportar algún diseño interesante y original).
Seis días, señoras y señores.
Besos.

Mia Wallace said...

Coincido contigo en eso de que en la locura siempre existe una parte de locuacidad y cordura. Permite ver lo que otros son incapaces de ver. Hay quien afirma que es necesario estar un poco loco para permanecer cuerdo (en lo que yo coincido plenamente). Por otro lado, hay quienes sugieren que la cordura no es más que la locura de la mayoría. En fin, me dejo de retórica barata... lo importante es que comienza la cuenta atrás.... jajajajaja.

Sabes que te esperaremos con los brazos abiertos.

Un besazo enorme, Señor La Parra.

Julio said...

jorch, mis malditas obligaciones académicas me han mantenido alejado este Junio de la muerte. Leyendo el post me ha venido la cita de Didi-Huberman que entraba a propósito de los enciclopedistas en cierto ensayo sobre la Querella de los Bufones, pero el propio Huberman (no sabemos si a través de los dedos de alguien) ya ha hecho acto de presencia.
Pues nada, sólo decirte que ánimo, y ya puestos, un poco de Sousa Santos investigando "las ausencias (lo que se olvida) y las emergencias (lo todavía potencial)". Bueno es que desde las brechas de la academia se investiguen ámbitos despreciados: si nadie quiere investigar la historia, por algo será. La mitología del mercado (ese heroe legendario) tiende a atribuirle la facultad de la omnipresencia y la eternidad, pese a que hay quien duda. Dale candela, ves contándonos que encuentras en el fondo de la biblioteca a medida que avanzas vela en mano.

Nos vemos en el partido de mañana, esperemos que honduras no nos monte otro suizazo.

Georges Didi-Huberman said...

Y el enmascarado usó bala de plata
punteó la tiniebla con disparos
-y dijo:
a) fantásticos desiertos los que mis ojos ven
b) barrabum : bujum
c) la llanura muy larga que atravieso
con la sola defensa de mi espalda
d) mi mano no es humana