Saturday, April 25, 2009

Manual del jugador

La clave está en la paciencia y en la fortaleza mental. Paciencia para ir mejorando la técnica, para acostumbrarnos al comportamiento de todos y cada uno de los elementos del entorno, para conocer al rival, para valorar nuestras capacidades y para calibrar la efectividad de nuestras estrategias. Fortaleza mental para hacer frente a los momentos adversos (que siempre llegan) y saber que seremos capaces de remontarlos, para no perder la confianza en uno mismo y en nuestra manera de actuar (¡qué importante es la confianza en uno mismo!) y tener la seguridad de que, al final, seremos capaces de ganar el partido. Siempre habrá factores externos que influyan en el resultado final, pero este breve manual no es tan soberbio como para pensar que se puede actuar sobre los designios divinos.
Ya no sé si mi propósito era hablar del racquetball o del doctorado. Quizá en el fondo la distinción no tenga ninguna importancia.


La clef c'est la patience et la force mentale. Patience pour améliorer la technique, pour nous habituer au comportement des éléments du milieu, pour connaître le rival, pour mesurer nos capacités et pour calibrer l'effectivité de nos stratégies. Force mentale pour faire face aux moments adverses (qui, tôt ou tard, arrivent) et savoir que nous serons capables de les surmonter, pour ne pas perdre la confiance en nous-mêmes et dans nôtre manière d'agir (qu'est-ce qu'il est important la confiance en nous-mêmes!) et avoir la certitude que, à la fin, nous serons capables de gagner le match. Il y a aura toujours des facteurs extérieurs qui influenceront le résultat final, mais ce brève manuel n'est pas prétentieux et, par conséquent, ne prétend pas agir sur les desseins divins.
Dans ce moment je ne sais plus si mon intention était de parler sur le racquetball ou sur le doctorat. Peut-être en réalité la distinction n'a aucune importance.

Canción del día/Chanson du jour (dédiée à un après-midi quelconque de juin)

5 comments:

Demócrito prostituido said...

Los ideales son como las estrellas, no los alcanzas pero iluminan el camino. Y todos los ideales mínimamente importantes iluminan un camino largo y difícil.
Al menos estamos juntos en ello, hermano...

Hank Quinlan said...

Yes we can. Que no te quepa la menor duda.

Voy encendiendo la barbacoa.

Mia Wallace said...

Esta entrada me recuerda a algún anuncio de Nadal. Aquél a base de constancia y sin hacer mucho ruido, poco a poco se colocó en el número 1 ( bueno, ese par de brazos también cuentan, y perdónenme la frivolidad). Y tú no eres menos… ya queda poquito para superar este Gran Slam….
Un beso

Alvagó said...

Bueno... sí que soy menos... al menos en lo que a brazos se refiere con respecto a Nadal... ;)

Mia Wallace said...

Jajajaja. Hombre, Álvaro, lo de los brazos de Nadal es (casi) sobrehumano ..... pero de lo que no dudo en absoluto es de tu éxito.
Nos vemos dentro de poquito.
Un besazo.