Un ukelele, un acordeón, un teclado, un contrabajo, una batería, un trombón, dos trompetas, un glockenspiel y una voz inmensa. Nada más y nada menos. Los asistentes al concierto de Beirut nos sabíamos las letras de muchas canciones, pero nadie osó interferir lo más mínimo la voz de Zack. Beirut me ganó desde el primer segundo. Les bastó comenzar con "Nantes". A partir de ahí, sólo recuerdo una hora y cuarto que se hizo insoportablemente corta y en la que las de siempre (Nantes, A Sunday Smile, Postcards From Italy, Elephant Gun...) pusieron las cosas en su sitio domésticandome de manera ejemplar. Y el miércoles viene Yann.
Intolerancias
1 month ago
1 comment:
Me alegra verte que disfrutas. Disfruta, disfruta de la música.
Siempre es un buen bálsamo y una buena via de escape.
Un besillo
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