8 de la tarde en España. Mientras miles de manifestantes acaban las concentraciones en Valencia en protesta por la represión policial de los últimos días, me dedico al ejercicio -tan facilón como resultón- de ojear lo que un lector cualquiera de los periódicos digitales se encontrará al abrir la página del diario. Los resultados no me defraudan (click en las imágenes para ampliar):
El País me parece que hace -con diferencia- el mejor seguimiento (y no lo digo porque en cierto modo
tenga razones más que de sobra para estar orgulloso de lo que comenta). Público me parece que bastante tiene con poder editar la página web una vez al día y se le ve escaso de recursos para mantener un seguimiento actualizado y completo de las manifestaciones. En general el fútbol cumple a la perfección su rol circense para ser entregado junto a la preceptiva ración de pan. Periódicos como La Razón optan además por un recurso muy presente en los diarios conservadores: se destaca la noticia pero se dedica el titular a lo dicho por Rajoy. Esta gente con tanta protesta va a deteriorar la marca "España". Es una lástima: los aeropuertos sin aviones que cuestan varios millones de euros al año, tener al que pretendía investigar los crimenes del franquismo en el banquillo de los acusados, que montemos y desmontemos parques temáticos tan costosos como ruinosos con dinero público o que los corruptos anden sueltos por la calle luciendo traje había contribuido a formar una imagen de excelencia que ahora costará recuperar. La Vanguardia se digna
a publicar algo de lo que ocurre al sur de Tarragona aunque sin exagerar porque tampoco hay que hacer que la comida se le indigeste al burgués catalán que busca ansioso su ración de asepticismo periodístico. La palma sin duda se la llevan LD con su primer plano a la moción de UPyD (junto al fútbol, claro) y ABC con una noticia que ha calmado los nervios que apenas me han permitido dormir en la última semana: la bandera española ondea de nuevo en el ayuntamiento de Sant Pol. Españoles, estemos tranquilos: la lucha ha merecido la pena. Sant Pol ha sido reconquistado.