Tuesday, July 6, 2010

Historias dulces (II): enfermedades crónicas y sistemas de salud

Imaginen por momento a un estudiante español con una enfermedad crónica. Pongamos que se trata de una diabetes mellitus tipo 1. Supongamos además que este estudiante realiza sus estudios en los Estados Unidos. Siguiendo con el ejemplo -que me resulta sorprendentemente fácil de visualizar- este estudiante tiene una cobertura con Muface en España (sus padres son funcionarios) y un seguro médico de estudiante en los Estados Unidos. La cobertura sanitaria española de la que se beneficia este chico es bastante similar a la de todos los españoles (para el caso que nos ocupa no hay diferencia entre la Seguridad Social y Muface porque se trata de una enfermedad crónica). No puede decirse lo mismo del seguro del que goza en los Estados Unidos: a la espera de que la reforma sanitaria norteamericana sea una realidad, más de 45 millones de estadounidenses no tienen ningún tipo de seguro médico. Comparemos los costes que la diabetes suponen para este estudiante a uno y otro lado del océano. Los precios reflejan el pago tras tener en cuenta las respectivas coberturas del seguro en cada país:

- Medidor de glucosa en sangre:
*Precio en Estados Unidos: Regalado en el hospital (no sé hasta qué punto esta práctica está generalizada)
*Precio en España: Regalado por el seguro (todos los diabéticos se benefician de esta medida).

- Tiras reactivas para medir la glucosa en sangre (uso de 2-3 al día):
* Precio en Estados Unidos (100 tiras): 15$.
* Precio en España (100 tiras): 0€. Cubierto por el seguro.

- Lancetas (pequeñas agujas para realizar el análisis de glucosa en sangre: uso de 2-3 al día):
* Precio en Estados Unidos (100 lancetas): 13.99$
* Precio en España: 0€. Cubierto por el seguro.

- Agujas para la inyección de insulina (uso de 4 al día):
* Precio en Estados Unidos (100 agujas): 35.99$
* Precio en España (100 agujas): 0€. Cubierto por el seguro.

- Insulina lantus (un estuche de 5 bolígrafos dura unos dos meses y medio):
* Precio del estuche en los Estados Unidos: 40$.
* Precio en España: 2,64€ al ser un medicamento de aportación reducida.

- Insulina lispro (un estuche de 5 bolígrafos dura unos dos meses y medio):
* Precio del estuche en los Estados Unidos: Sin datos para los Estados Unidos aunque seguramente será algo similar a la insulina lantus.
* Precio en España: 2,64€ al ser un medicamento de aportación reducida.

Asumiendo el mismo precio para los dos tipos de insulina en los EEUU, estos datos indican que un estudiante estadounidense diabético de tipo 1 gasta unos 96.5$ en medicamentos al mes. El estudiante (y el ciudadano) español gasta 2.1€.

El estudiante que tenía en mente en mi ejemplo tiene el inmenso privilegio de poder permitirse un gasto cercano a los 100$ al mes en medicamentos sin demasiados sacrificios. No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de que por desgracia otros estudiantes y ciudadanos en Estados Unidos no pueden permitirse ese pago con la misma comodidad. Cuestión de opciones y sensibilidades a la hora de diseñar los sistemas de protección social en general y la cobertura de enfermedades crónicas en particular. Sólo espero que el lumbrera que guardaba tantas cosas para él y dejaba el cambio a Obama no tenga la desgracia de contraer una enfermedad crónica en su país de la libertad.

Canción del día/Chanson du jour:

6 comments:

Alvagó said...

Incluyo un comentario mandado por "amado" a esta entrada y que por alguna razón que no entiendo no aparece en el blog.

Comentario de amado:

Esos 0€ que cubre la Seguridad Social son sin embargo abonados por los cotizantes, a los que recientemente se les ha dicho que probablemente hayan de retrasar su edad de jubilación hasta los 67 años.

No obstante, creo que en una sociedad libre un número importante de individuos decidirían asociarse mediante mutualidades y así cubrir las necesidades médicas de los socios. Otra cosa distinta es dilapidar a las clases medias mediante un sistema que no se elige.

Joer, pero si sueno como LD.

Alvagó said...

¿Cómo contestar a la provocación libertaria de Amado? Me vienen a la cabeza algunos comentarios que, a mi modo de ver, pueden ser útiles:

- La "sociedad libre" con asociaciones de ciudadanos puede ser muy peligrosa si, como sospecho, hay una correlación positiva entre nivel de ingresos y riesgos sanitarios. Cualquier manual de Microeconomía explica los resultados socialmente desastrosos cuando se deja al mercado la gestión de un problema de selección adversa por problemas de información asimétrica: se corre un riesgo muy elevado de quedarnos en una situación sin seguro o donde sólo los tipos "buenos" (en este caso los ricos) tienen seguro.

- "Obligar" a todos a contribuir a un mismo seguro médico puede tener varias ventajas. Al margen de resolver las asimetrías de información mencionadas anteriormente, el seguro obligatorio puede beneficiarse de algunas economías de escala que rebajen los costes de administración y de gestión. Los Estados Unidos parecen ser un ejemplo muy claro de lo que digo: las aseguradoras privadas tienen unos costes infinitamente más elevados que sus equivalentes públicos en otros países (este punto, sin embargo, está sometido a cierta polémica).

- Una sociedad donde una parte de sus individuos no tiene acceso a un seguro médico no es libre. Apelo a los Van Parijs, Amartya Sen o Rawls para demostrar por qué el concepto de libertad que subyace en tu "creo que en una sociedad libre un número importante de individuos..." es discutible y altamente discutible desde el punto de vista ético. Remato con una frase de Van Parijs que siempre me viene a la cabeza en estos casos: "Il est capital que la gauche ne concède pas à la droite ni le monopole, ni la priorité de la liberté."

- Me parece lógico que el seguro médico sea más generoso con las enfermedades de tipo crónico que implican un gasto médico para el resto de la vida del paciente. También reconozco la otra cara de la moneda: debe haber un sistema impositivo importante y progresivo que ayude a financiar este seguro médico. Por ello, tras beneficiarme de esta cobertura sanitaria en España y de un sistema de educación pública prácticamente gratuito, espero no tener nunca la poca vergüenza de quejarme cuando me toque ir a Hacienda a hacer la declaración.

Un abrazo.

José-Vicente Puig Raga said...

Álvaro, ¿por qué en estas cuestiones (como también en alguna que otra) coincido totalmente contigo? ¿Será que me estaré volviendo "muy rojo" (tú me entiendes)?

amado said...

Visión a favor de un sistema médico privado:
http://www.libertaddigital.com/opinion/albert-esplugas-boter/esta-justificada-la-sanidad-publica-55498/
Ah pues. Fuente docta y fidedigna, oiga.

amado said...
This comment has been removed by the author.
amado said...

Vaya por delante, Alv, que también cuestiono la visión libertaria del tema. Me gustaría preguntarle a Albert (link de mi anterior comment), pero clausuró hace poco su blog. Dice el mismo:

"La respuesta lógica del liberal que acepta intervenciones quirúrgicas es pedir subsidios para los individuos con graves condiciones preexistentes y para los más pobres, sin tocar el resto del mercado"

¿Subsidios?¡¿Pero qué hay más socialista que los subsidios?! Yo aún diría más, la respuesta lógica del liberal es "Señores, Uds. que tuvieron la mala suerte de nacer pobres y con enfermedades crónicas, empeñen un riñón, que por algo tenemos dos, si quieren seguir contándolo."

Igual de tocapelotas soy con el tema de los derechos de propiedad elevado a su infinitésima potencia ¿Qué hacemos con las personas que no son propietarios de ningún trozo de tierra en el que poder estar? ¿Los mandamos a flotar por el espacio sideral? Mmm, me encanta el olor a libertad por la mañana.

Por último, respecto a la última frase de tu último comment que cito aquí:

"Por ello, tras beneficiarme de esta cobertura sanitaria en España y de un sistema de educación pública prácticamente gratuito, espero no tener nunca la poca vergüenza de quejarme cuando me toque ir a Hacienda a hacer la declaración."

Hombre, que no esté de acuerdo con el modo en que se acomete la sanidad (pública) y la educación (pública) no significa que deba renunciar a la parte que me corresponde. Como diría aquel, somos liberales, no tontos.

Otro abrazo